Sirve para reconstruir las partes deterioradas de una pieza, dándole un aspecto original a la parte afectada, difuminándose con el resto sin que se aprecie fallo.
La madera siempre ha sido un material de fácil acceso para el hombre resultando muy antiguas las primeras manifestaciones que encontramos de maderas talladas policromadas.
Con el dorado o plateado, se procede a la restauración de dicho acabado, usando métodos puristas, valorando una posible alteración de la madera, como pueden ser grietas, pérdida de materia etc. O la alteración de los propios materiales que cubren la misma como pueden ser estucos en la capa pictórica y barnices, ceras, temple o ambos en la capa de protección de la propia policromía.
Para una correcta restauración de la pieza se hará a través de distintas técnicas como son el regatino o puntillismo por ejemplo, así como limpiezas, sentado, reintegración volumétrica y cromática con materiales siempre similares a los originales y mismas técnicas, como son el dorado al agua, estofado, como complemeto a las pigmentaciones naturales etc…